El Asaí no es un cuento

La FUNDACIÓN RIVERA FLÓREZ, con el propósito de reforestar, encontró en el ASAÍ, una opción muy importante. Después de haber participado en una sembraton, con muchas personas de buena voluntad, coordinando tareas, al mes siguiente visitamos el terreno y concluimos que eran energías y esfuerzos desperdiciados. No entro en detalles para no alargarme.

Fue entonces cuando nos comunicamos con CORPOCAMPO, y encontramos que el ASAÍ, era una opción para tener en cuenta. Invitamos a un experto, coordinamos con propietarios de tierra que mostraron interés por el tema y en la escuela de RUMIYACO nos reunimos para hablar sobre la hermosa palma de Asaí. Estamos hablando del año 2022. Suscribimos un acuerdo de voluntades con CORPOCAMPO para coordinar acciones y motivar la siembra. Es importante aclarar que es una planta de la región y que especialmente en el sector de Mocoa se desconocían sus bondades. Conversando con un indígena de la región me dijo que se conocía como la palma del sacristán. CORPOCAMPO estaba implementando un proyecto denominado SUEÑO DE ASAÍ, se comprometieron y cumplieron, en donar las plantas y apoyar con abono la siembra y a comprar la cosecha cuando empiece la producción a los propietarios que sembraron cerca de una vía carreteable. LA FUNDACIÓN se comprometió con la asistencia técnica y las visitas periódicas a los usuarios del proyecto. En Mocoa se sembraron aproximadamente 16 hectáreas implementadas con diferentes arreglos agroforestales, distribuidas en varias veredas.

Desde la FUNDACIÓN RIVERA FLÓREZ seguimos empeñados en aprovechar esta palma en nuestra de reforestar y estamos convencidos que, si logramos que el Putumayo oriente sus esfuerzos de manera organizada, lograremos una economía agrícola lícita y estable.

Estas razones nos han llevado a insistir por todos los medios para que la PALMA DE ASAÍ, sea considerada la reina y la miremos con respeto, la incluyamos en el embellecimiento de parques, avenidas y la integremos a nuestra cultura rural amazónica, con la seguridad de que al Putumayo le va bien en este proyecto.

Aprovecho este espacio para agradecer al gobernador del Putumayo, al alcalde de Mocoa, a la iglesia católica, a las organizaciones comunitarias: tejedoras de vida, voluntarias vicentinas, voluntariado verde VOLVER, defensa civil, Club de leones, Asaí Forest, al contralor del departamento, a la asamblea, y a todas las personas de buena voluntad que acogieron la iniciativa de aprovechar la siembra de la luna llena de mayo, para integrarnos alrededor del proyecto Asaí, untándonos de tierra para sembrar y con el compromiso de cuidar las plantas que sembramos.

Nos da mucha tranquilidad saber que la demanda del Asaí por sus beneficios antioxidantes, cada día crece, circunstancia que permite un comercio garantizado.

Las palmas nativas que se dan de manera silvestre, rodeadas de árboles y vegetación nativa están llenas de enseñanzas que debemos rescatar; la bombona, canangucha, milpesos, chontaduro, han sido sustento nutricional de nuestros aborígenes y hoy las miramos con indiferencia. Es hora de tener para ellas otra mirada.